jueves, 6 de mayo de 2010

Un oasis del pan

Ayer fui a desayunar Le Pain Quotidien en el corazón del llamado Polanquito (sobre Oscar Wilde no sé el número). Fue una MUY grata experiencia que me hayan llevado a este "oasis" dedicado al buen pan.

El lugar es rústico en su decoración y sencillo en el menú pero no por ello menos satisfactorio para un paladar exigente. La hoja del menú está incrustada en un cuarto de hogaza de pan y acompañado por grandes frascos de sal de grano y pimienta gorda listos para ser molidos por el comenzal. Excelente detalle.

Me comí un omellette de espárragos y queso de cabra acompañado por dos generosas rebanadas de pan. Una, de baguette y la otra de pan de centeno. Creo que me gustó más el pan que el omellette (estaba poco sazonado para mi gusto).

Después cerré con un pain aux raisins y un café americano (servido a la francesa ¡en tazón! me fascinó). Fue difícil la selección porque de tantas delicias se te van los ojos para todos lados.

Este lugar se los recomiendo ampliamente salvo tengan un problema con el trigo, la levadura o enfermedad celiaca porque sería mortal. Vale la pena ir un día sin culpas ni penas a darse una buena agasajada.

B.P.

sábado, 10 de abril de 2010

Bacus, excelente tienda de vinos

Bacus es una tienda de relativamente reciente apertura que ha hecho más accesible la cultura del vino al público en general.

Si ustedes se hacen socios tendrán acceso a varias catas gratuitas (para ustedes y un acompañante) y a una máquina de wine tasting con 6 diferentes vinos. Además organizan diferentes cursos.

Me encanta la tienda y el concepto. Se los recomiendo muchísimo.

Toda la información en www.bacus.com.mx . También los pueden seguir en FB.

Rojo Bistro

Disculpen mi falta de disciplina para escribir en este espacio virtual. He visitado algunos restaurantes desde mi entrada pasada pero por algún motivo u otro no me he sentado a escribir. Creo que si me pagaran por hacer este "trabajo" no sólo escribiría regularmente. Creo que habría alcanzado mi sueño.

En fin, hablar de mi no es el objetivo de este blog así que al grano.

El jueves pasado visité por primera vez el Rojo Bistro que está sobre la calle de Amsterdam en la Condesa. Está justo en la esquina de...no recuerdo qué calle pero no hay pierde. El letrero que tiene es enorme y pueden dar vueltas sobre el circuito de Amsterdam hasta encontrarlo.

De entrada el lugar invita a estar con los amigos y a pasarla bien. Sin embargo, ahora recuerdo que alguien me dijo que un restaurante puede ser juzgado por la calidad del pan que sirve. En esta ocasión, la regla funcionó. El pan era como de uno o dos días antes. Excelente para un fondue pero no para recordarme un verdadero bistro francés. La mantequilla...bah, parecía margarina. La verdad es que tenía tanta hambre que me comí media canasta por desesperación más que por el gusto.

Mi cómplice no tenía mucha hambre así que compartimos un arroz al azafán con mejillones. Los mejillones estaban bien frescos y el risotto... estuvo bien, solo bien. Yo lo acompañé con una copa de Malbec argentino (el único de la carta con estas características servido por copeo).

Me seguí con una ensalada de camarones que pintaba a ser la estrella de la noche. Palmitos, jitomate, mezcla de lechugas, camarones y un aderezo criollo. ¿Cuál fue mi sorpresa?
Los camarones eran gigantes, deliciosos, frescos, cocidos a punto. Lo demás, dejó que desear. En especial el aderezo "criollo" que me supo a un mil islas de la Clemente Jacques.

Creo que el error fue mio porque cuando volteé a ver qué había pedido la mesa de junto vi un sandwich espectacular con unas frites que se antojaba ir a robarle una al vecino.

Tal vez tenga que volver para salir del error o convencerme de vetar ese lugar de por vida.

El postre salvó la noche. Pedimos un crujiente de higo que resultó un pastel de merengue con crema batida e higos frescos. Yo no como crema batida por diversas razones pero la verdad que esta si me gustó en esta presentación en particular.
Acompañando mi postre, pedí un espresso. Mi recomendación es que si alguien tiene un estómago sensible omitan el café. Muy ácido para mi gusto.

Faltó mencionar que nos atendió una mesera bastante arrogante y poco atenta. Molesta, vaya.

No sé qué hace que este restaurante sea tan popular si en realidad considero que es bastante mediocre. Lo único que me dejó tranquila es que el baño estaba muy limpio (espero que sepan qué significa eso).

Claro, nadie experimenta en cabeza ajena y en gustos se rompen géneros. Conózcanlo y si ya lo han visitado, cuéntenme si existe algo más rico en la carta.

B.P.

sábado, 20 de marzo de 2010

La vida es más sabrosa en La Mar

Ayer estaba en Sta Fe y por azares del destino aterricé en La Mar (PA de la plaza donde está el Hotel Distrito Capital).

Lo primero que me gustó fueron las mesas amplias y el silloncito cómodo. Mi cómplice y yo fuimos recibidos con una cubetita llena de papas, plátanos y camotes fritos (tipo Chips) acompañados con unas salsitas. Por lo poco que nos dijo el mesero decifré que las tres peruanas tienen la misma base cremosa y diferentes tipos de ají (verde, amarillo y rojo) y la mexicana era una salsa verde bien rica (creo que tres veces pedimos que nos trajeran más).

Pedimos un menú degustación de 7 tiempos para compartir. Suena mucho pero las porciones literalmente son de muestra.

En un primer tiempo nos trajeron un cebiche mixto y un tiradito de atún en salsa de maracuyá con un poquito de miel, ajonjolí y cebollín. Me gustó más el cebiche porque el tiradito estaba muy dulce para mi gusto.

Como segundo tiempo llegó un filete de bruja en salsa miso con unas hojas de bok choy. El pescado bruja es un pariente del escolar (me encantan los nombre que les ponemos a los animales). Son pescados blancos, ricos en sabor y en grasas (no como un halibut pero si más que un robalo). El pescado estaba montado sobre un puré de papa, la salsa miso como espejo y encima el bok choy. Nos dejaron claro que este platillo no tiene nada que ver con Perú. Es una especialidad del chef que aplaudo. Fue mi plato favorito.

Junto con nuestro pescado trajeron un par de brochetas (tienen un nombre especial pero no entiendo mi propia letra. La mesera hablaba como si la estuvieran persiguiendo): una de filete de corazón de res sobre papa crocante y la otra de pulpo sobre papa machacada en mortero. Si, mucha papa en todo pero recordemos que el tubérculo salió de Perú.

Ambas brochetas muy buenas. Me gustó más la de res cuando le puse un toquecito de salsa verde...uy.

Curiosamente la sopa nos la sirvieron al final. Una crema con camarones, papa, chícharo, haba y arroz. Eso si levanta muertos pero la verdad no pude pasar de la segunda cucharada porque tenía mucha más lactosa de la que yo puedo tolerar.

Antes de llegar a los postres, yo todavía tenía hambre (oigan, no comí en todo el día y las porciones eran pequeñas) y pedí un cebiche clásico. Mmmm... delicioso.

Finalmente, el postre. Un plato con tres vasitos: arroz con leche y vinagre balsámico, suspiro limeño y sorbete de jamaica. Todos muy dulces pero ricos. Yo no necesitaría más.

Y el vino, que no puede faltar en mis comidas, un Crios blanco que me pareció un excelente experimento de maridaje. Un vino muy floral (tiende al jazmín) con un sabor no tan afrutado que matiza la acidez de tanto limón y ají dejándote disfrutar de la materia prima de los platillos.

Fue una grata experiencia conocer este lugar. Es obvio que no tiene nada que ver en calidad (ni precio) con el Astrid & Gastón. Es cierto que no sé mucho de comida peruana pero si sé distinguir un buen restaurante de uno excelente.

B.P.

Redescubriendo el Condesa DF

Ya tiene un par de semanas que volví (después de casi dos años) al Hotel Condesa DF y volví a tomarle cierto cariño.

Siempre me han encantado sus originales cocteles en particular el martini de horchata y la margarita de jamaica. Lo malo es que son tan dulces que te pegan rapidísimo, al menos a mi sí.

De entrada pedimos unos tacos de camarón y flores de calabaza rellenas de queso y empanizadas. Sólo probé los taquitos que si estaban bastante buenos.

De plato fuerte pedí una hamburguesa de res kobe...¡E -S-P-E-C-T-A-C-U-L-A-R!
Realmente para mi valió la pena pagar una hamburguesa tan cara (sobretodo porque es pequeñita). Servida en término medio (porque el mesero nunca entendió cual es el término "a punto") sobre un pan semejante a una chapata (pero redondo). Dentro, un poco de mostaza, unas rodajas de jitomate fresco y tres laminitas de trufa (mi parte favorita). La guarnición, una bolsita de papas en gajos, sazonadas tipo cajún (y resalto el "tipo"). Algo muy sencillo pero de mucho sabor.

Es evidente que en gustos se rompen géneros y habrá quien no coma carne y/o deteste las trufas pero a mi me encantó la experiencia.

Para acompañar esta cenita pedimos un vino tinto español llamado Pétalos. Maridó perfectamente con la hamburguesa, resaltando la trufa.

Sin embargo, algo que detesto del Condesa DF es que su carta de vinos, de por sí corta, nunca está completa. Probablemente tengas que pedir dos diferentes botellas antes de que te digan "esa si la tenemos". Además, no hay nadie que sepa mucho de lo poquito que tienen. Me parece patética la situación para un hotel así (y que cobra lo que no tiene).

El servicio me parece bastante malo. Siempre hay que perseguir a los meseros y al menos las últimas dos veces que he ido me toca alguien que no sabe mucho de los alimentos que ofrecen. Si tienes algún problema no hay quien te resuelva...en fin.

B.P.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Tips para Las Vegas

Estimado espacio virtual y mis contados lectores:

Exactamente hace un mes escribí mi última reseña. Esto se debe a que si me enfermé del estómago después del Sonora Grill, me fui de vacaciones y he redescubierto que la comida de mi casa es de la talla de muchos restaurantes.

Sin embargo, me he prometido a mi misma compartirles algo de mis experiencias de Las Vegas, ciudad que tanto me gusta. Esta información que verá a continuación va para todos aquellos que piensan que en Las Vegas no hay otra cosa que las apuestas.

Si les gusta la comida francesa:
  • Mon ami Gabi en el Paris. Hay que reservar con 2 ó 3 días de anticipación (al menos) pero vale la pena. Si van, pide que los sienten en la terraza (queda frente a las fuentes del Bellagio) o si no quieren estar "en la calle" pide que te sienten en esa sección pero adentro (igual las puedes ver desde el aire acondicionado)
  • En el Venetian, también hay un francés cuyo nombre no recuerdo pero si me acuerdo que estaba muy rico
  • Si les gusta el pescado: American Fish en el Aria (el casino más nuevo). Si les gusta el vino, ahí tienen una carta muy interesante. Les recomiendo un Albariño californiano (no me acuerdo el nombre pero creo que es el único. si no pregunten por el que tiene una etiqueta muy simpática y moderna jaja). Una vez en el Aria, pasen a la galeria del diseñador que hizo el techo de flores de vidrio en el Bellagio y que también hizo cosas en el Wynn. La galería es como un micro museo. Vale la pena.
  • En el Encore hay un restaurante al cual no he ido pero el concepto tanto de comida como de lugar se ve interesante. Se llama Switch (creo) y cambia 4 veces de paredes y decoración. Es increíble.
  • En el Wynn, el lobby bar es bastante agradable para tomar algo.Aunque recomiendo un poco más el bar del Encore que tiene cuarzos como decoración en las patas de las mesas y en los barandales. El bar es lindo, da a la alberca del hotel y el servicio es bueno. Para descansar a gusto y tomar lo que sea.
  • En el Bellagio hay varios, muy buenos pero carísimos: Picasso y Le Cirque
  • También en el Bellagio hay una cafetería con unos postres buenísimos. Siempre está lleno pero puedes comprar para llevarte el postre. Ahí venden unos chocolates muy ricos y tienen la fuente de chocolate más larga del mundo
  • En el Ritz - Carlton de Lake Las Vegas lo bueno es el brunch dominical que empieza 11:30. Está un poco retirado del Strip
  • En el Venetian hay un Wolfgang Puck que a pesar de ser parte de una cadena, es muy bueno.
  • En el Town Square Mall está el Brios que es italiano con toques americanos pero la comida es buena y los postres los sirven en tazas de espresso. ¡Deliciosos!
  • En el mismo mall está Claim Jumpers. Es una cadena de restaurantes con comida 100% americana pero en verdad buena.

Esto es parte de lo que he probado en 5 visitas a esta ciudad. Si tienen alguna pregunta, comentario o sugerencia, por favor, no duden en compartirla.

B.P.

domingo, 24 de enero de 2010

Sonora Grill: mal embajador del Estado

Antes de comentar del mediocre restaurante al que fui el viernes pasado, debo disculparme con el ciberespacio (porque creo que no tengo muchos lectores). Me desaparecí un mes y no he escrito mi reseña sobre mi última visita a Las Vegas. La verdad es que ya no escribiré al respecto pero si desean alguna recomendación para "la ciudad del pecado", no duden en consultarme.

Ahora si, mi comentario...

Sonora Grill ubicado en la esquina de Av. Universidad y Av. México - Coyoacán (frente a Plaza Coyoacán) aunque de no tan reciente apertura, era uno de los locales nuevos que quería probar.

Por afuera, el lugar se ve agradable. Una vez que entras... se me figuró como un Papa Bill's con muebles minimalistas del Ikea.

El mesero nos ofreció un 2x1 en bebidas que si mal no recuerdo sólo incluye whisky, ron y tequila (entonces no es un 2x1 en bebidas sino en algunos alcoholes). Bueno, aprovechando el "especial" mi cómplice y yo decidimos pedir unas margaritas. Error de novata. El 2x1 es igual a "te sirvo un caballito entre dos". ¡Nos trajeron una limonada! Obviamente hicimos la observación correspondiente y nos trajeron un poquito más de tequila. Cabe notar que pedí una botella con agua y tardaron casi 10 minutos en traerla.

A continuación, llegó otro mesero con un plato que tenía unas 9 salsas aproximadamente. Todas se veían interesantes pero sólo probé la de tamarindo, chile morita y cacahuate. Las demás eran peligrosamente dañinas para mi esófago. Aquí si pongo una palomita. Muy ricas las tres que probé.

El menú se ve interesante y más atractivo nos pareció un paquete que traía jugo de carne y unas fajitas mixtas para taquear (creo que se llama combinación 3 para 2 personas). El jugo de carne no estaba malo pero he probado mejores. Las fajitas eran de arrachera y de sirloin servidas con nopales y DOS cebollas (sí, DOS. Para mi, amante de la cebolla, me pareció una grosería).

La carne estaba de lo más regular. De hecho yo tuve la mala suerte de masticar un pedazo que me supo a hígado... Todavía no me he sentido mal del estómago pero fue desagradable.

Y eso fue todo lo que pedimos. Al pedir la cuenta, también tardaron como 15 minutos (me sorprenden esos lugares, es como si no quisieran cobrarte). Una vez que regresaron para cobrarnos nos dicen: "Aaaay, no aceptamos American Express" (detalle que no está mencionado en ningún lugar. ¿Y si no tengo otra cosa, qué?). Una vez que encontramos la manera de pagar tardaron otros 10 minutos en regresar la tarjeta y no porque tuvieran mucho trabajo sino porque los meseros estaban en plena fiesta en la barra.

Los precios son bastante razonables y la realidad es más triste de lo que promete. El servicio es malo y por momentos hasta parece que te hacen el favor de atenderte. Para ese tipo de situaciones no hay nada como dejarles unos pesos de propina a modo de "no se me olvidó sino me pareciste nefasto".

Conclusión, no se los recomiendo. No obstante, nadie experimenta en cabeza ajena....

B.P.