sábado, 10 de abril de 2010

Bacus, excelente tienda de vinos

Bacus es una tienda de relativamente reciente apertura que ha hecho más accesible la cultura del vino al público en general.

Si ustedes se hacen socios tendrán acceso a varias catas gratuitas (para ustedes y un acompañante) y a una máquina de wine tasting con 6 diferentes vinos. Además organizan diferentes cursos.

Me encanta la tienda y el concepto. Se los recomiendo muchísimo.

Toda la información en www.bacus.com.mx . También los pueden seguir en FB.

Rojo Bistro

Disculpen mi falta de disciplina para escribir en este espacio virtual. He visitado algunos restaurantes desde mi entrada pasada pero por algún motivo u otro no me he sentado a escribir. Creo que si me pagaran por hacer este "trabajo" no sólo escribiría regularmente. Creo que habría alcanzado mi sueño.

En fin, hablar de mi no es el objetivo de este blog así que al grano.

El jueves pasado visité por primera vez el Rojo Bistro que está sobre la calle de Amsterdam en la Condesa. Está justo en la esquina de...no recuerdo qué calle pero no hay pierde. El letrero que tiene es enorme y pueden dar vueltas sobre el circuito de Amsterdam hasta encontrarlo.

De entrada el lugar invita a estar con los amigos y a pasarla bien. Sin embargo, ahora recuerdo que alguien me dijo que un restaurante puede ser juzgado por la calidad del pan que sirve. En esta ocasión, la regla funcionó. El pan era como de uno o dos días antes. Excelente para un fondue pero no para recordarme un verdadero bistro francés. La mantequilla...bah, parecía margarina. La verdad es que tenía tanta hambre que me comí media canasta por desesperación más que por el gusto.

Mi cómplice no tenía mucha hambre así que compartimos un arroz al azafán con mejillones. Los mejillones estaban bien frescos y el risotto... estuvo bien, solo bien. Yo lo acompañé con una copa de Malbec argentino (el único de la carta con estas características servido por copeo).

Me seguí con una ensalada de camarones que pintaba a ser la estrella de la noche. Palmitos, jitomate, mezcla de lechugas, camarones y un aderezo criollo. ¿Cuál fue mi sorpresa?
Los camarones eran gigantes, deliciosos, frescos, cocidos a punto. Lo demás, dejó que desear. En especial el aderezo "criollo" que me supo a un mil islas de la Clemente Jacques.

Creo que el error fue mio porque cuando volteé a ver qué había pedido la mesa de junto vi un sandwich espectacular con unas frites que se antojaba ir a robarle una al vecino.

Tal vez tenga que volver para salir del error o convencerme de vetar ese lugar de por vida.

El postre salvó la noche. Pedimos un crujiente de higo que resultó un pastel de merengue con crema batida e higos frescos. Yo no como crema batida por diversas razones pero la verdad que esta si me gustó en esta presentación en particular.
Acompañando mi postre, pedí un espresso. Mi recomendación es que si alguien tiene un estómago sensible omitan el café. Muy ácido para mi gusto.

Faltó mencionar que nos atendió una mesera bastante arrogante y poco atenta. Molesta, vaya.

No sé qué hace que este restaurante sea tan popular si en realidad considero que es bastante mediocre. Lo único que me dejó tranquila es que el baño estaba muy limpio (espero que sepan qué significa eso).

Claro, nadie experimenta en cabeza ajena y en gustos se rompen géneros. Conózcanlo y si ya lo han visitado, cuéntenme si existe algo más rico en la carta.

B.P.