domingo, 22 de noviembre de 2009

Mi debut con los sabores de Perú

Hoy tuve la gran suerte de visitar Astrid y Gastón (Tennyson esq. con Masaryk). Este lugar es para disfrutarse desde la entrada. Un salón bien iluminado con mesas amplias, sillones y sillas cómodas y una atención de primera calidad.

Para refrescarme del calor del coche pedí un frappé de tamarindo sin alcohol. ¡Qué delicia! No muy dulce, no muy ácido y obviamente bien frío. Segundos después, para saciar el antojo, el mesero nos trajo una canasta con panes a escoger: de queso con huitlacoche, de betabel con chabacano y ciruela pasa, con chile cuaresmeño y me falta uno más.... (tengo que empezar a tomar notas). Todos riquísimos.

Al ver la carta me sentí como niña en dulcería, todo nuevo, todo rico y con ganas de probar un poco de cada platillo (por cierto, existe la opción del menú degustación que puede ser ajustado a sus necesidades).

Nunca había probado la comida peruana (no sé cómo me había perdido de estas delicias). Por este motivo hice varias preguntas para poder decidir mi aventura culinaria. El resultado fue el siguiente:

- Tiradito de extraviado en salsa de ají amarillo. El extraviado tiene un sabor delicado que quedaba perfectamente con la salsa (que no era picante ni muy ácida). Me gustó tanto la presentación, los colores que brincaban a mis ojos que me daba un poco de pesar comer tan lindo platillo.

- Arroz con confit de pato. ¡Buenísimo! Un arroz con textura a risotto pero sin serlo. De color amarillo intenso (mi intuición me dice que era el ají amarillo y un poco de azafrán), con elote blanco, chícharos y cerveza negra. La cerveza le dio un sabor que nunca antes había probado. Tenía un dejo de amargura que si alguien pensaría que pudiera ser una mala idea, para mi lengua fue toda una aventura. El confit de pato, por supuesto, suave, de sabor mucho más delicado, equilibrando el arroz.

Dado que las porciones son razonables (para algunos podrían ser pequeñas) hoy si llegué al postre. Los invito a probar la bomba de chocolate con espuma de crème bruleé, helado de vainilla y chocolate caliente al momento de servir. Milagrosamente, no me empalagué y creo que se lo debo a que el chocolate era amargo y el relleno no era demasiado dulce.

Para acompañar, un café americano (sé que debería ser un espresso pero sigo recuperando mi condición estomacal) de muy buena calidad. Con el café llegaron los petits fours, también para chuparse los dedos (alfajores, trufas y gomitas de piña).

Les advierto que el lugar es caro, pero lo vale. Definitivamente tengo que volver.

B.P.

Asia en el corazón de la colonia Roma

Debo confesar que esta entrada está atrasada un par de días. Por recomendación de un amigo, el pasado jueves 19 de noviembre visité El Malayo (Río de Janeiro 56, esq. con Durango).

Mi primera impresión fue positiva. Es un lugar con un aire de art decó, con colores cálidos, luz tenue que invita a disfrutar la noche.

Mientras esperábamos al resto de los comensales decidimos probar los cocteles. La carta de drinks a pesar de no ser amplia, es interesante.

Decidí probar un mojito de guanábana un tanto especial. Este mojito lleva tequila en lugar de ron, pulpa de guanábana, jarabe y un ingrediente más que no recuerdo. Como mi legua se satura muy rápidamente de sabores dulces, pedí que no le pusieran nada de jarabe al exótico mojito.
Reconozco que pocas personas disfrutarían una bebida así pero a mi me encantó combinar la acidez y el perfume de la guanábana con el toque ahumando del tequila.

Junto con nuestras bebidas nos ofrecieron unos pequeños panes con curry rojo (parecían pequeños naans) y una mayonesa de cilantro. Un sabor interesante pero nada espectacular.

La carta tiene propuestas interesantes pero es limitada.

De entrada pedí unos dumplings de camarón. Éstos venían presentados de manera tradicional (en un cesto junto con pasta de chile y soya) pero no me gustaron. Me parecieron demasiado salados y no sabían mucho a camarón porque el relleno estaba muy molido.

Por el contrario, los calamares fritos que alguien más pidió estaban mucho mejores: crujientes, sazonados y presentados sobre una cama de lechugas con aderezo agridulce. Se los recomiendo.

De plato fuerte, pedí un pulpo braseado en sake sobre una cama de arroz frito con chorizo chino. Definitivamente fue mi plato favorito de la noche. El pulpo estaba bien cocido, suave. La salsa que lo bañaba tendía a lo dulce pero se equilibraba perfectamente con el arroz. El riesgo de pedir este pulpo y los calamares fritos de entrada es empalagarse con tanta salsa dulce. Así que, tengan cuidado al ordenar.

Para acompañar esta delicia pedí una copa de un Granache Condessa (español). Un vino de calidad media, ligero y aroma a frutas rojas. No fue el mejor maridaje que he hecho pero tampoco estuvo tan mal.

En esta ocasión tampoco llegué al postre pero puedo decirles que tienen una carta de tés e infusiones bastante amplia y de buena calidad.

Sinceramente, este lugar no causó gran impacto en mi paladaro y no creo volver pronto a El Malayo.

Lo mejor de la noche, fue la sobremesa en compañía de buenos amigos y mucha risa. Así, uno la puede pasar bien hasta en la taquería.

B.P.

martes, 17 de noviembre de 2009

El Solea cambia de carta

El pasado 16 de noviembre, aprovechando el día libre fui a comer al Solea, en el Hotel W.

En esta ocasión pedí mi ya favorita sopa de tortilla. A mi gusto, tiene un excelente sabor y delicada textura. Combinación que parecieran difícil de lograr en este platillo.

Como plato fuerte pedí las carnitas de pato. Como siempre, bien sazonadas, acompañadas de una salsa de aguacate (picosita), cebolla morada y chile serrano picado finamente. También de mis preferidas en la carta. Lo que estoy casi segura que no había recibido antes son tortillas cuadradas. Sí, cuadradas. Un detalle de creatividad de esperarse en el Solea.

Como he perdido condición para estas carreras de resistencia, ya no llegué al postre. Aunque dicen por ahí que los xoconoztles en almíbar son una delicia.

Con el café llegó Mauricio León, ahora Chef Ejecutivo del restaurante. Nos anunció que a partir del 23 de noviembre habrá una nueva carta que conservará los elementos principales (i.e. ingredientes mexicanos), sobrevivirán algunos platillos (como las carnitas de pato) y tendremos varias sorpresas. Así que tendré que regresar para experimentar la renovación del Solea.

Y si alguien sabe qué hace ahora E.Osuna (¿tenía un programa de TV, no?), espero sus noticias.

B.P.

Introducción

Hay personas que viven para comer y otras que comen para vivir. Yo pertenezco al primer grupo.

El gusto por la comida ha marcado mi vida y mi cuerpo, desde experiencias desagradables hasta las más delicadas y memorables. La pasión por probar, explorar y disfrutar la comida sigue creciendo a pesar de todo. Sé que hay muchas personas que comparten mi pasión y por eso la idea de abrir un blog que reúna a l@s amantes del buen comer en donde sea que se encuentren. Éste será un espacio para compartir sus experiencias con, el, para y por el sabor en sus distintas formas y presentaciones: restaurantes, recetas, experimentos caseros, películas, dichos, etc.

Bienvenidos sean a participar. Ojalá lo disfruten tanto como yo.

¡Buen provecho! Bon Appétit!

No hay amor más sincero que el amor a la comida -George Bernard Shaw.